POV de Lennox
Mi frente cayó sobre su hombro mientras la respiraba.
Podía sentir cada caricia de su mano en mi polla: lenta, curiosa, casi tímida.
Éramos como ladrones en la oscuridad: tocando, explorando, desesperados por no despertar a los demás. La respiración de Levi era constante contra su espalda. Louis aún no se había movido. Y allí estábamos, enredados bajo una sola sábana, cometiendo pecados silenciosos en la oscuridad.
Mis caderas se estremecieron cuando ella se movió de nuevo, más lento esta vez, más deliberado.
Giró levemente la cabeza, su aliento rozando mi mejilla.
No hablamos.
No lo necesitábamos.
Nuestros cuerpos hablaban por nosotros en esos momentos robados y silenciosos: llenos de cosas que no podíamos decir en voz alta.