Punto de vista de Olivia
La habitación quedó en silencio, el aire cargado de anticipación. Todas las miradas se dirigieron hacia mí, y sentí que mis mejillas se sonrojaban por el nerviosismo y la vergüenza.
Pero Callum parecía imperturbable. Se reclinó en su silla, con una sonrisa fría y confiada.
—Es solo un juego. Si te sientes incómoda, puedes negarte y beber —dijo, fijando su penetrante mirada en mí.
Los puños de Lennox se tensaron sobre la mesa, su lobo prácticamente rugiendo a través de nuestro vínculo. Podía sentir sus celos, su posesividad, y eso me excitaba.
Podría haber dicho que no y haber tomado la bebida, terminando todo ahí. Pero no lo hice. Quería meterme bajo su piel, alterarlo. Solo una muestra de lo que yo sentía cada vez que él y su hermano rondaban alrededor de Anita como si fuera la única que importaba.
—Lo haré.
Me puse de pie, con el corazón latiendo fuertemente mientras me acercaba a Callum. Sus ojos brillaban con diversión.