Ejército de brujas

—¿Qué está pasando? —preguntó Alfa Lago, mirando a Audrey con una expresión indescifrable.

—Ponte esto —Audrey hizo materializar un pantalón deportivo gris frente a él y procedió a vestirse con un pantalón blanco y una blusa blanca.

Alfa Lago atrapó el short con incredulidad. No podía creer que pudiera ser tan tonto para un Alfa. Ha vivido con una bruja y un lobo bajo el mismo techo durante casi un año y no pudo detectar nada, ni olor, ni características.

—¿Eres... una bruja? —le preguntó lentamente a Audrey mientras metía sus piernas en los shorts.

—Tonto —dijo la estatua.

—Te veo luego, Catherine —dijo Audrey y se alejó de Alfa Lago, sin responder a su pregunta.

Como compañeros que habían unido sus cuerpos como uno solo bajo la luna llena, sabía que ahora podían sentir las emociones del otro, y lo que ella sentía de él en ese momento era dolor, traición y curiosidad.