Lávame

Audrey se levantó lentamente de su silla, pero Leon de repente le tomó la mano, poniéndose de pie también.

Negó con la cabeza hacia ella. —No te preocupes, yo lo llevaré al baño —le dijo, mirándola a los ojos.

Audrey suspiró y colocó su mano sobre la de él, quitándola lentamente de la suya. —Está bien, Leon, yo lo llevaré, después de todo, fue mi hijo quien causó su condición actual —Audrey le dio una pequeña sonrisa.

—Pero, Mikhail también es...

—Leon... —llamó Audrey, mirándolo significativamente.

Leon suspiró, retrocediendo. Lo estaba haciendo de nuevo, tratando de evitar que ella hiciera algo solo para que él pudiera ser feliz. Sabía que a ella le molestaba cuando hacía eso, pero desde que Lago llegó, había tenido dificultades para controlar sus emociones.

Mientras Audrey caminaba hacia Lago, Leon miró a Lago y lo vio mirando intensamente a Audrey, no se sentía nada cómodo con la forma en que este extraño hombre miraba a su amiga.