Audrey estaba de pie junto a su coche frente a su empresa esperando a que Lago y Mikhail se acercaran a ella.
Vio el coche negro desconocido junto al suyo y algo le dijo que el coche caro era de Lago.
—¿Lo conoces? —Leon señaló a Lago, quien sostenía la mano de Mikhail mientras caminaba hacia Audrey.
Audrey miró a Lago, con el corazón dolorido.
—No —mintió.
Era mejor que nadie supiera nada sobre ellos; no podía arriesgarse a que la verdad se escapara de la boca de alguien y llegara a sus oídos.
—Mamá, él viene con nosotros —anunció Mikhail mientras se detenían junto a ella y Leon.
Audrey miró a Lago y lo vio mirándola fijamente; sintió que sus mejillas se calentaban; él la estaba mirando atentamente como si quisiera descubrir sus secretos a través de sus ojos.
—¿Quieres venir con nosotros? —preguntó Audrey en voz baja.
—¿Es un inconveniente para ti? —cuestionó Lago con rostro serio.
—Um...