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Ren Chuqing giró la cabeza y vio que quien hablaba no era otra que Jiang Yao.
Y junto a Jiang Yao estaba Su Yuyu.
Jiang Yao miró a Ren Chuqing con un rostro lleno de burla, sintiéndose encantada de verla derrotada en la entrada de la empresa.
—Apuesto a que no pasará mucho tiempo antes de que GGK te eche, ¿estás buscando a mi hermano para suplicar clemencia o para que recuerde los viejos tiempos? —Jiang Yao continuó burlándose—. ¿Crees que la empresa de mi hermano no puede funcionar sin ti? Ha, Yuer también ha desarrollado varios productos nuevos ahora, y lo que es más, todas esas grandes empresas han hecho pedidos de esos nuevos productos. ¡Pedidos que me temo que ni siquiera puedes imaginar!
Ren Chuqing no se molestó con las palabras de Jiang Yao, su mirada se fijó fríamente en Su Yuyu.
—Realmente no sabía que la Señorita Su pudiera desarrollar productos, y de repente aparecer con tantos nuevos.
Su Yuyu se sintió ligeramente culpable, pero luego sonrió levemente.