Después de terminar la olla picante, Lu Mianmian levantó la vista y notó que Wen Mulan sostenía una Coca-Cola sin abrir, con los ojos suavemente caídos.
—Ya terminé de comer, vámonos.
Mientras hablaba, se levantó y se acercó al dueño para pagar con su teléfono.
—Déjame pagar —dijo Wen Mulan.
—Yo quise venir aquí a comer, y la comida fue a mi estómago, así que por supuesto debo pagar yo —Lu Mianmian insistió en pagar la cuenta ella misma.
Las pestañas de Wen Mulan temblaron ligeramente, sintiendo que en ese momento, ella parecía estar creando deliberadamente distancia entre ellos.
—Demos un paseo por aquí cerca, para hacer la digestión —sugirió ella, volviéndose hacia él después de pagar.
—De acuerdo —dijo él, sonriendo levemente.
Lu Mianmian caminaba adelante, mientras Wen Mulan la seguía cojeando.
Aunque su movimiento estaba limitado, no le pidió que aminorara el paso, sino que hizo todo lo posible por mantener su ritmo.