El Verdadero Él

No había un lugar tranquilo al que pudiera retirarme aquí. La zona de Westmont no era como Eastonville, donde había bosques de pinos y frondosos árboles en los que podía esconderme cuando estaba triste.

Aquí, para nada. Era una ciudad llena de edificios donde la gente acudía a clubes para pasar el tiempo.

Necesitaba aclarar una cosa más: hombres lobo, brujas y humanos se mezclaban, incluso vampiros. Sin embargo, no estaba segura si conocían las identidades de los demás, y era difícil distinguir entre ellos como si se hubieran fusionado en uno solo sin ninguna compartimentación.

—Hola, Ioris —alguien me saludó, y me di la vuelta inmediatamente, encontrando a un hombre con una postura bien formada. No podía reconocer de qué raza era, pero sabía que era Dexter, el capitán de béisbol que era amado por muchas chicas.

¿Para qué venía a buscarme?

Según las noticias, era del tipo solitario y exigente. Sin embargo, no sabía qué tipo de chica encajaría en sus criterios.