Pero en este momento, frente a Zhou Shuyan, Lu Youxi sintió un nerviosismo inusual.
Había pensado todo claramente en su camino hasta aquí, pero nunca se había sentido tan nerviosa antes en su vida anterior, incluso cuando enfrentaba las situaciones más difíciles.
Respirando profundamente, Lu Youxi se obligó a mirar directamente a Zhou Shuyan.
—Casémonos.
Zhou Shuyan, ...
Zhou Shuyan se consideraba alguien que había pasado por muchos altibajos, pero sentía que nunca había estado tan sorprendido en su vida como desde que llegó a la Aldea Hexing.
Primero, fue salvado por esta joven, luego ella lo había acorralado en su puerta en medio de la noche para advertirle.
¿Y ahora le estaba proponiendo matrimonio?
Incluso con su compostura, casi se cae de la silla.
Zhou Shuyan se pellizcó el puente de la nariz, su voz teñida de impotencia.
—No querrás casarte conmigo solo por los chismes del pueblo, ¿verdad?
En su memoria, Lu Youxi no era el tipo de persona que tomaría tal decisión.