CAPÍTULO 20

En ese momento María dejó escapar un lento suspiro, golpeando con los dedos sobre la mesa de madera. Sus ojos brillaron con agudo cálculo mientras absorbía la energía inquieta que llenaba la Oficina.

—Sé que todos estarán ocupados asegurándose de que Valentina regrese —dijo con suavidad, su voz transmitiendo un peso de autoridad—. Pero Liam, no tienes que preocuparte—la boda se llevará a cabo según lo planeado. Sucederá en la fecha que se estableció.

Inmediatamente la mandíbula de Liam se tensó. Su paciencia se estaba agotando, pero mantuvo un tono uniforme.

—Esa es exactamente la razón por la que estoy sugiriendo esto —respondió—. Deberían posponerla.

Al escuchar lo que Liam acababa de decir, María entrecerró los ojos hacia él, pero él no se detuvo.

—La familia debería concentrar toda su energía en recuperar a Valentina primero. En este momento, esa es la prioridad. La boda puede esperar —dijo Liam, con voz firme.