CAPÍTULO 102

Entonces el pulso de Valentina se aceleró mientras desplazaba los detalles aún más.

Dos personas habían muerto.

El edificio derrumbado no era solo un desastre financiero—también había costado vidas. Y ahora, la empresa seguía enredada en batallas legales, acusada de recortar gastos con materiales de baja calidad.

Sus dedos se tensaron alrededor de su teléfono. Esto no era solo negligencia. Era criminal.

Su mirada se oscureció mientras continuaba investigando.

—¿Quién está detrás de esta empresa?

Entonces abrió el perfil del CEO. En el momento en que vio su nombre, se le cortó la respiración.

—Vincent Crowford.

Sus cejas se fruncieron mientras accedía a más informes. Múltiples acusaciones de agresión.

No eran solo las demandas sobre sus prácticas comerciales. Varios ex empleados lo habían acusado de agresión física y amenazas. Algunos casos habían sido desestimados, pero otros seguían pendientes.

En ese momento un sabor amargo llenó su boca.