CAPÍTULO 171

En ese momento Valentina cerró los ojos, sintiendo un nudo en la garganta. El silencio entre ella y Luca pesaba más que cualquier cosa que María pudiera decir. Se apoyó contra la pared, sus dedos temblando ligeramente mientras volvía a acercar el teléfono a su oído.

—Luca… —Su voz salió más suave de lo que pretendía, casi un susurro—. Lo siento.

Hubo una pausa al otro lado, de esas que hacen que uno se dé cuenta de que un niño estaba conteniendo la respiración.

—Lo siento mucho, de verdad —dijo nuevamente, con más firmeza esta vez—. No quería romper mi promesa. Es solo que... todo ha sido tan rápido últimamente. El trabajo, la vida, intentar recuperar el aliento... —Su voz se apagó, con un dolor en el pecho.

Podía escuchar el leve movimiento de Luca acomodándose en el sofá al otro lado de la llamada, como si aún esperara creerle.