Un Medio para un Fin

Sarah

No puedo moverme.

Estoy despierta, pero mis ojos siguen cerrados. Intento girarme hacia un lado y rodar fuera de la cama como suelo hacer, pero esta vez no puedo.

¿Por qué no puedo?

Un peso me oprime. No es solo mi cuerpo el que se siente atrapado. Algo me está manteniendo físicamente inmóvil. El pánico se enciende en mi pecho, y fuerzo mis ojos a abrirse, parpadeando ante el tenue resplandor de la luz del sol que se filtra a través de las cortinas.

Es entonces cuando lo veo.

Matthew.

Su brazo está sobre mí, su agarre firme, manteniéndome en mi lugar. Su cuerpo está cerca, y su calor se filtra en mi piel. Puedo sentir el constante subir y bajar de su pecho contra mí, su aliento haciéndome cosquillas en la mejilla.

¿Por qué me está sujetando así? La última vez que comprobé, estaba en el borde de la cama para evitar tocarme.

—Matthew —susurro, mi voz temblorosa, apenas audible.