Matthew
Hacer un viaje largo en coche con Sarah no fue tan malo como esperaba. Es una compañía bastante buena.
Por supuesto, todavía me siento extremadamente culpable por no decírselo a Amanda, pero no sé qué más hacer. Ir a un viaje de negocios con Sarah a solas ya es bastante malo. Si Amanda descubre que ahora estoy atrapado en un coche con ella durante horas, ella va a...
—¿Un centavo por tus pensamientos? —pregunta Sarah.
Agarro el volante un poco más fuerte, debatiendo cuánto decir. —Solo estoy pensando en el trabajo —miento—. Y en lo largo que es este viaje.
Ella inclina la cabeza, estudiándome como si no me creyera del todo. —Ya veo. Seguro que es sobre el trabajo y no, ya sabes... ¿Amanda?
Mi mandíbula se tensa involuntariamente. Sarah no lo pasa por alto.
—Lo sabía —dice, recostándose en su asiento con una mirada de suficiencia.
Suspiro, frotándome la nuca. —Amanda se preocupa. Mucho.
—¿Se preocupa, o no confía en ti? —me desafía Sarah.