Matthew
—¡MATTY! —grita Hailey desde el otro lado de la habitación.
Sonrío mientras camino hacia mi hermana. Hailey siempre es tan ruidosa y llena de vida. Nunca hubo un momento aburrido creciendo con ella.
—¡Te he echado tanto de menos! —exclama de nuevo y me lanza los brazos.
—Yo también te he echado de menos, Hailey. Feliz cumpleaños —digo mientras la abrazo.
—Gracias. Estoy tan contenta de que hayas venido. ¡Pensé que te olvidarías! —respira.
Niego con la cabeza.
—¿Por qué me olvidaría? Eres mi única hermana, Hailey. ¿Cuántos años has cumplido? ¿Dieciséis? —bromeo.
Ella pone los ojos en blanco.
—Acabo de cumplir diecinueve. Dios, Matty, ¡eres tan patético!
Me río y le revuelvo el pelo.
—Solo estoy bromeando. ¿Diecinueve, eh? Ya eres oficialmente adulta. Cuidado, mundo.
Hailey me da un empujón juguetón, y tropiezo un poco.
—Eres lo peor —se ríe y mira a Sarah—. ¡Hola, Sarah! —gorjea y va a darle un abrazo también.