—Zhu Fei, ¡no los escuches! ¡No te permitiré escucharlos! ¡Rápido, toma a Tingting y huye! ¡No te preocupes por mí!
De repente, Tang Mengyun, que estaba siendo sujetada por Yan Ba, le gritó con fuerza a Zhu Fei.
Su hermoso rostro estaba pálido, pero la determinación y firmeza en sus ojos eran tan evidentes.
Zhu Fei, viendo ese tipo de mirada en los ojos de Tang Mengyun por primera vez, sintió como si algo tocara el rincón más profundo de su corazón.
Incluso con su calma, su corazón no pudo evitar un ligero temblor.
—Basura", ¿quién te dio permiso para hablar? ¡Cállate, o te arrepentirás!
Con un sonido de "bofetada", la palma de Yan Ba golpeó con fuerza la mejilla de Tang Mengyun.
¡En un instante, cinco marcas rojas frescas aparecieron en su rostro blanco e impecable!
—¡Buscas la muerte!
Una ira terrible surgió repentinamente en el rostro de Zhu Fei; su mirada se fijó en Yan Ba y Yan Jiu, ¡su intención asesina completamente visible!