Capítulo 126: Cuanto Más Profundo el Odio

Shen Ci miró los ginseng de quinientos años y una docena más pequeños con una mezcla de amargura y calidez en su corazón, pero sin un ápice de dulzura.

No se atrevía a aventurarse en pensamientos de dulzura, temeroso de perder el control de sus emociones y confesar sus sentimientos, asustándola.

Meng Chuyue dijo con indiferencia:

—He vendido dos antes y guardé otros dos para mí. El resto están aquí, destinados para que los uses ya sea como una forma de establecer contactos o para socavar a la Familia Shen.

Shen Ci:

—¿No temes que codicie estas cosas?

Meng Chuyue lo miró con calma:

—Espero que las codicies; así, ya no estaré cargada con una deuda de gratitud.

Shen Ci:

—Se está haciendo tarde, debería llevarte de vuelta.

Incapaz de continuar la conversación, cambió de tema forzosamente.

Meng Chuyue se levantó y negó con la cabeza:

—No es necesario, vine conduciendo.

Shen Ci:

—Déjame acompañarte hasta tu coche.

—De acuerdo.

...