¿Todavía tienes sentimientos por tu ex?

—Denis, espera —gritó Tania, haciendo una mueca mientras sus tacones altos se clavaban dolorosamente en sus pies. Extendió la mano, desesperada por agarrar la suya.

Denis exhaló bruscamente y se volvió hacia ella, con su frustración aún ardiendo bajo la superficie. Su expresión permaneció tensa, su respiración irregular.

—Mi vestido está arruinado —se quejó Tania, señalando la profunda mancha roja que estropeaba su vestido plateado—. Ana ha perdido completamente el control. Me abofeteó dos veces. —Su voz temblaba de furia—. Pero tú...

Las palabras se le atascaron en la garganta al recordar a Denis, abrazando a Ana, a punto de besarla. La imagen le quemaba como ácido en la mente.

Su labio inferior tembló, sus ojos llenándose de lágrimas contenidas. —Pensé que la ibas a poner en su lugar, pero... La estabas besando. ¿Por qué, Denis?

Quería gritar, sacudirlo, obligarlo a decir la verdad. La humillación, los celos y la amargura se retorcían dentro de ella como un cuchillo.