¡Lin Tian estaba tan ocupado!
Simplemente no podía detenerse ni un momento para descansar.
Pero no había problema, Lin Tian no era un hombre ordinario, fuerte y robusto, con la Habilidad Divina protegiendo su cuerpo, era más que capaz de manejarlas.
Lin Tian lo disfrutaba aún más, incansablemente.
Xu Shiyu y Wang Fang también estaban más satisfechas que nunca, sus gemidos no cesaban.
Pero a medida que pasaba el tiempo, Lin Tian seguía sin mostrar señales de llegar al clímax, y Xu Shiyu se puso ansiosa.
—Lin Tian, ¿por qué no te has venido todavía?
—¡Necesitas venirte! De lo contrario, ¡He Qiang podría sospechar algo! Podría regresar.
Si He Qiang viera esta escena, ella querría encontrar un agujero donde meterse.
Lin Tian, sin palabras, dijo:
—¡No ha pasado tanto tiempo! Apenas media hora, cómo podría venirme.
Xu Shiyu preguntó:
—¿Cuánto tiempo más necesitarás?
Lin Tian negó con la cabeza:
—No lo sé, nunca me he venido mientras follaba a una mujer.