El rostro de Shen Lanyi se iluminó con dos encantadores sonrojos, haciéndola aún más cautivadora.
Fingió como si nada estuviera pasando, continuando levantando y estirando sus piernas.
Mientras ella se movía, Lin Tian también reaccionó, abultándose notablemente.
—¡Ah! ¡Es tan grande!
Shen Lanyi, que nunca había visto algo así, se sobresaltó.
Ya perturbada, perdió su concentración y cayó sobre la colchoneta de yoga.
—Tía Shen, ¿está bien?
Lin Tian dio un paso adelante y levantó a Shen Lanyi.
Su parte excitada presionaba descaradamente contra la suavidad de Shen Lanyi.
—Ah...
Shen Lanyi gimió como si estuviera profundamente afectada.
Lin Tian la elogió sinceramente, —Tía Shen, tiene una gran figura, ¡tan resiliente!
Ya sea sosteniéndola o presionando contra ella, ambas sensaciones eran excepcionalmente cómodas.
Shen Lanyi también se sentía muy cómoda con Lin Tian sosteniéndola y presionando contra ella.
Sentía como si estuviera a punto de liberarse.