Shen Lanyi la detuvo apresuradamente.
—Yu... Yu Li, no... no hagas esto, Lin... Lin Tian no... no podrá soportarlo, y podría hacer... algo... escandaloso.
Yu Li la tranquilizó.
—No tengas miedo, si llega el momento, también me ocuparé de las necesidades de Tian, ¿de acuerdo? Considéralo una forma de mantener la salud de sus riñones, para que no haga nada escandaloso.
—Pero...
Yu Li la interrumpió.
—No hay peros, apenas puedo soportarlo más.
—Tian, ¿puedes soportar ver a tu Tía Yu en tal agonía?
Lin Tian indicó que no podía soportarlo en absoluto.
Yu Li insistió.
—Entonces date prisa y hazlo.
—Hmm.
Lin Tian se agachó sobre ella.
—Ah... ah...
Yu Li comenzó a gemir.
Estimulada por Yu Li, Shen Lanyi no pudo evitar empezar a gemir también.
—Ah... ah...
Quince minutos después, Lin Tian le dijo a Shen Lanyi:
—Tía Shen, ¿quieres que me ocupe de ti también?
Yu Li la animó.