A Lin Tian no le importaba, no le faltaba dinero. Tomó la decisión final:
—Muy bien, entonces está decidido. Ve a ver la casa esta tarde, dime cuánto dinero necesitas y te lo transferiré. Pero este asunto...
La Tía Ma se apresuró a decir:
—Lin, no te preocupes, no se lo diré a nadie.
Lin Tian añadió:
—Además, no puedes ir por ahí hablando de que te compré una casa.
La Tía Ma asintió e hizo una reverencia:
—¡Entendido, entendido! Lin, no te preocupes, esta vieja sabe mantener la boca cerrada.
—¡Hmm!
Lin Tian no dijo mucho más.
Mientras la Tía Ma no fuera tonta, sabría qué hacer para su mayor beneficio.
Si actuaba tontamente, no le afectaría mucho a él.
¡Si llegara el caso, simplemente le diría la verdad a Shen Lanyi!
Fue Xia Manning quien quiso engañarla, no fue idea suya.
La Tía Ma estaba completamente satisfecha:
—Lin, ustedes sigan divirtiéndose; volveré a cocinar.
—No te preocupes por avisar a Lanyi y Shiya, yo les haré saber que vengan.