Xia Shanshan le dio a Lin Tian una mirada cómplice y se dio la vuelta para irse.
Lin Tian realmente entendió; ella le estaba haciendo saber que la buscara.
—Tian, ¿tienes algo que hacer? ¿Quieres venir conmigo? —preguntó Yu Li.
Lin Tian pensó por un momento y dijo:
—Tía Yu, lo siento, tengo algo que atender. ¿Qué tal si lo programamos para otra ocasión?
Fue Xia Shanshan quien lo había buscado primero.
Aunque no se dijo nada, una mirada fue suficiente.
Xia Shanshan rara vez lo buscaba, y en las raras ocasiones que lo hacía, ¿cómo podría decepcionarla?
Yu Li era diferente de Wu Yixuan; él podía buscarla en cualquier momento, y siempre habría oportunidades.
Yu Li dijo sin insistir:
—Está bien, no hay nada de qué disculparse. ¡Continúa con tus asuntos! Debería irme ahora, para evitar hacer esperar demasiado a Yixuan.
—¡Hasta luego, Tía Yu!
—¡Hasta luego!
Yu Li se fue.
Lin Tian se dio la vuelta y fue a buscar a Xia Shanshan.