Después de que todo terminó, Wang Tong descansó a un lado.
Lin Tian le preguntó a Peng Rui:
—Peng Rui, ¿quieres que te folle a ti también?
—¡Por favor, amo, fóllame!
Peng Rui se arrodilló en el suelo, mirando ansiosamente a Lin Tian, con anhelo escrito en todo su rostro.
Lin Tian se levantó y dijo:
—Ven conmigo, este no es el lugar para follarte.
—¡De acuerdo!
Peng Rui se levantó y se fue con Lin Tian.
Wang Tong pensó y preguntó:
—Hermano Tian, ¿puedo ir con ustedes?
Después de todo, Peng Rui era su amiga cercana.
Quería ayudar a Peng Rui en todo lo que pudiera.
No quería que Lin Tian fuera demasiado duro con Peng Rui.
Lin Tian asintió y dijo:
—Puedes.
Después de que Wang Tong se vistió, los tres salieron del apartamento alquilado de Wang Tong.
Lin Tian llevó a Peng Rui y Wang Tong a la estación de metro más cercana.
Pronto, los tres subieron al tren.
En la esquina, Lin Tian entró en el cuerpo de Peng Rui.