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Cuando Bella Woods sacó su teléfono, Tessa Sutton rápidamente le agarró la muñeca.
—¿Qué pasa? —preguntó Bella, desconcertada.
Tessa sonrió torpemente y empujó el teléfono de Bella de vuelta a su bolsillo.
—No creo que sea necesario llamar por esto.
—¿Por qué no? —replicó Bella—. Ya que dijiste que esto era algo que el Tercer Joven Maestro te dijo, deberías preguntarle directamente.
Tessa se lamió los labios.
—Esto se trata de mostrar madurez emocional. Generalmente, las personas inteligentes no le preguntan tan directamente a la persona involucrada sobre estas cosas.
¿Cómo quieres que responda el Tercer Joven Maestro? Si lo admites, podría parecer que te estás extralimitando.
Si no lo admites, entonces no puedo explicarme adecuadamente.
La expresión de Tessa se volvió más seria mientras hablaba.
—Bella, creo que no eres lo suficientemente cuidadosa con estas cosas. Deberías cambiar tu mentalidad.
—Solo tengo 18 años —interrumpió Bella de repente.