¡Whoosh!
La daga, brillando con una luz fría, cortó hacia los puntos vitales de Xiao Yi.
Sin embargo...
La daga se detuvo repentinamente, incapaz de moverse ni media pulgada más.
La mueca feroz se congeló en el rostro de Fang Ao, sus ojos llenos de sorpresa e incredulidad mientras miraba su propia muñeca. Su muñeca estaba firmemente agarrada por una mano, y la terrible fuerza que emanaba de esa mano había destrozado completamente su muñeca.
Un dolor agonizante surgió instantáneamente; la daga cayó de su agarre.
—Aoooow... mi mano...
Xiao Yi agarró la daga y, en medio de los gritos de Fang Ao, la llevó hacia su entrepierna.
¡Splurt!
Un chorro de sangre salpicó salvajemente, transformando rápidamente el área debajo de Fang Ao en un pantano rojo, mientras un trozo del tamaño de un meñique caía en el charco de sangre. Fang Ao gritó de dolor, mientras Xiao Yi permaneció inexpresivo, primero cortando su garganta.
Dejando que la sangre fresca brotara libremente.