—¿Podría ser él?
Las pupilas de Xiao Yi se estrecharon bruscamente mientras miraba al recién llegado.
En medio del cielo.
Tres figuras atravesaron el aire, y su líder se parecía al Emperador Jin, con un lunar rojo entre sus cejas y una apariencia brillante pero aterradora.
Era el príncipe heredero del Gran Reino Jin, Liu Qin.
Pero lo que hizo reaccionar a Xiao Yi fue la otra identidad que poseía.
¡Era uno de los ciento ocho generales bajo Xiao Tianjiao!
Xiao Tianjiao, quien se consideraba a sí mismo la reencarnación de un Emperador Celestial, había imitado a los antiguos Emperadores Celestiales y creado ciento ocho generales para seguirlo, y Liu Qin estaba entre ellos.
Al mismo tiempo...
Liu Qin también era uno de los individuos poderosos originalmente dispuestos por Xiao Tianjiao para vigilar a Xiao Yi en aquel patio remoto.
Inesperado que su próximo encuentro ocurriría en circunstancias como estas.
¡Whoosh!