—¡Mátalo!
Un grupo de personas envueltas en la oscuridad se apresuró hacia Xiao Yi, con la intención de matarlo.
Estas figuras estaban completamente cubiertas de ropa negra, sus rasgos irreconocibles, solo sus ojos brillaban con una luz roja sangre, como rubíes, aterradores y fantasmales.
Sus ojos rojos resplandecían con ferocidad y una terrible intención asesina.
Xiao Yi tiró de la joven detrás de él y dijo con voz profunda:
—¡Quédate aquí y no salgas!
¡Whoosh!
Su figura saltó repentinamente.
La espada siguió su intención.
En su mente, la trayectoria de cada garra oculta en la oscuridad era muy clara, y con los movimientos más sutiles, logró evitar esas afiladas garras.
—¡La cascada cae tres mil pies como un flujo volador!
De la palma de Xiao Yi, una espada larga de cuarto nivel fue desenvainada y se movió con el viento.
Este ataque fue silencioso e indetectable.
¡Pff!