—En el tiempo que tarda en consumirse medio incienso, ¡matar a una de estas personas te permitirá pasar esta ronda!
Una voz fría resonó en su mente.
A la izquierda, Fang Qingzhu sonreía tranquilamente, en la flor de su juventud; a la derecha, una Fang Qingzhu embarazada, con el vientre abultado, le hablaba a Xiao Yi:
—Xiao Yi, ¡nuestro hijo nacerá pronto!
Dos Fang Qingzhu.
Eran las personas más importantes para Xiao Yi.
Sin embargo, la de la izquierda estaba sola, mientras que la de la derecha llevaba al hijo de Xiao Yi.
¡En el tiempo que tarda en consumirse medio incienso!
¡Tenía que matar a una de ellas!
A medida que pasaba el tiempo, Xiao Yi suspiró, caminó hacia las dos Fang Qingzhu y acarició suavemente sus rostros, como si fueran reales.
—Qingzhu, ¿estás bien ahora? Espérame; ¡seguro que te encontraré!
La voz fría se escuchó de nuevo:
—¡Se acabó el tiempo, por favor haz tu elección!
—¡Elige mi trasero!
Xiao Yi se burló: