Lau34retta

Elena estaba destinada a ser la próxima Luna de la Manada Nightshade, pero el destino tenía otros planes. Acusada de asesinato y arrojada a un calabozo, pasó seis años en la oscuridad. Cuando su pareja destinada, el Alpha Enzo de la Manada Moonshine, finalmente la encontró, la rechazó sin dudarlo, eligiendo a su prima Stella en su lugar. Y como si eso no fuera suficiente, después de que sus manadas se fusionaron, él la humilló y la desterró. Justo cuando Elena pensaba que su sufrimiento no podía empeorar, su propio tío la vendió al hombre más temido de todos: el Rey Alfa, conocido como el Dios de la Muerte. Pero en lugar de convertirla en una esclava, la hizo su esposa por contrato. Sin embargo, había más en su matrimonio de lo que ella se daba cuenta. ¿Por qué el Rey Killian la eligió? ¿Qué secreto estaba ocultando? Como si las cosas no pudieran complicarse más, Elena descubrió que también estaba emparejada con el hermano del Rey Killian, un hombre que no quería nada más que su miseria. ¿Y la mayor sorpresa de todas? Elena seguía emparejada con el Alpha Enzo. Su vínculo de pareja nunca se rompió. Tres poderosos Alphas. Una loba abandonada. ¿Qué destino había planeado la Diosa de la Luna para Elena? ¿Y sobrevivirá a la tormenta que se avecina?

La Luna Rechazada Y Sus Tres Alphas

En algún lugar lejos de la ciudad de DarkClaw, se vio a una joven bailando felizmente frente a su espejo de cuerpo entero, silbando al tono de una música muy inquietante. Estaba cubierta con una capa negra de pies a cabeza, haciendo imposible ver su rostro, pero sus labios rojo cereza eran difíciles de pasar por alto.


Movía sus caderas con gracia, su mano en el aire y los pies golpeando rítmicamente en el crujiente suelo de madera. Luego, de repente se detuvo, y el humo verde en el aire que la seguía se quedó quieto.


—¡Por fin! Después de tantos años, mi plan finalmente se ha puesto en marcha. —Su tono estaba lleno de orgullo mientras hablaba—. Tengo a un Alpha envuelto alrededor de mi dedo y el otro está bailando a mi ritmo.


—¡Todo va de maravilla! —añadió, riendo histéricamente por lo fácil que resultó ser su plan. Solo serían un par de meses antes de que consiguiera lo que realmente quería. ¡Qué maravilloso!


Misterioso