Wesley forzó una sonrisa rígida.
—Avery ya es excepcional. No hay nada que necesitemos enseñarle. Pero tu propio hijo, recién llegado del extranjero, ni siquiera tiene el valor de mostrar su cara. ¿Acaso está tan avergonzado?
La tensión en la habitación aumentó inmediatamente. Los invitados pensaron: «Vaya, ya están enfrentándose».
Las expresiones de la familia Murphy se agriaron. Regina se burló:
—Sr. y Sra. Carter, la cena de esta noche incluye cocina francesa. ¿Siquiera saben cómo comerla? ¿Les gustaría que les diéramos una lección práctica?
Arthur respondió sin vacilar:
—Tu hijo acaba de regresar del extranjero. ¿Siquiera sabe cómo usar un tenedor? Tal vez deberíamos darle una lección.
En ese momento, Josie levantó su pequeña mano y dijo con su dulce voz infantil:
—Yo sé cómo usar un tenedor. Puedo enseñarles.