La enfermera dijo:
—Por supuesto que puede. Iré a limpiar los huesos ahora.
Alejandro respondió:
—No es necesario, déjelos como están.
Envolvió cuidadosamente los fragmentos de hueso con un pañuelo y los guardó en su bolsillo.
La enfermera le recordó:
—Sr. Moran, aunque la cirugía fue exitosa, su hermana todavía está en estado crítico. Si puede despertar y superar el peligro depende de su tiempo en la UCI.
Alejandro asintió y dijo:
—Entiendo, gracias.
Luego, la enfermera se marchó.
Después de diez minutos, Avery y su equipo salieron. Freya se adelantó y dijo:
—Sr. Moran, ahora puede ver a su hermana fuera de la UCI.
Alejandro quería decir más para expresar su más profunda gratitud hacia ellos, pero con su hermana en mente, solo pudo decir rápidamente:
—Gracias a todos —antes de apresurarse.