—Estas no son mis trampas. La primera —pensé que la había hecho impecablemente. Nunca pensé que alguien reconocería que la mujer en la videollamada conmigo era falsa. En ese momento, admiré tu juicio. Realmente esperaba que cedieras y no persiguieras este asunto —dijo Alejandro con calma.
—No lo creo —dijo Richard emocionado—. Si esta no era tu trampa, ¿por qué no dejaste que tu hermana apareciera en pantalla? ¿Por qué usaste una falsa para engañarnos?
—Por supuesto, es porque mi hermana no puede aparecer frente a otros —dijo Alejandro con calma.
Los ojos de Richard se agrandaron, y sus pupilas se contrajeron. Su rostro estaba lleno de shock.
—¿Quieres decir que Lucy realmente estaba... gravemente enferma y no podía aparecer?
—Sí. Pero apuesto a que despertará dentro de una semana. Así que seguí el juego, gané tiempo e hice una apuesta contigo —dijo Alejandro con calma.