Acuéstate a mi lado

El estéril aroma del hospital y el suave zumbido de las luces sobre ella casi la adormecieron. Sus brazos descansaban en el costado de la cama, su rostro enterrado contra ellos, el agotamiento asentándose profundamente en sus huesos.

Un leve sonido la despertó. Levantó la cabeza, entrecerrando los ojos en el suave resplandor. Al principio, pensó que no era nada, pero luego el aire cambió—un sutil movimiento desde la cama.

Miró a Wu Yuxuan, sus ojos encontrándose con los de ella con una tranquila intensidad. Una débil y cansada sonrisa tocó sus labios.

—¿Estás despierto? —murmuró ella, con la voz ronca.

Él permaneció en silencio por un momento antes de responder, su voz apenas por encima de un susurro. —He estado despierto por un rato.

Chen Lin parpadeó, sorprendida. —¿Cuánto tiempo? —preguntó, su voz desvaneciéndose.