Ya no puedo hacer esto

Ella gimió, su voz una mezcla de exasperación y derrota.

—Li Wei, ya no puedo seguir con esto. Primero fue Liu Yanmei —siempre haciéndose la inocente delante de todos, pero una completa víbora cuando estamos a solas. Y ahora, ¿tengo que lidiar con An Yuexin casi todos los días?

Li Wei entrecerró los ojos hacia ella, como una advertencia.

—Bueno, no puedes hacer mucho al respecto excepto seguirles el juego. Solo asegúrate de no perder el control. Sé cuánto odias estar en la misma habitación con ella.

Chen Lin exhaló bruscamente, su frustración era evidente.

—Honestamente, preferiría que alguien me confrontara directamente, en lugar de todos estos juegos. Esto... esto es agotador.

La mano de Li Wei se posó en su hombro, un gesto destinado a consolar, aunque sus palabras eran prácticas.