Aunque el tiempo pasado en la escuela fue algo aburrido, Xiao Chen lo consideraba bastante cómodo. Por lo menos, le permitía relajar su estado de ánimo y podía integrarse mejor en la atmósfera de la sociedad moderna.
Sin embargo, él finalmente tenía sus propios asuntos que atender. El período de recuperación había aliviado completamente los efectos secundarios provocados por la Técnica de Nutrición del Alma Divina.
Con eso en mente, decidió ir a la empresa para buscar a Xiao Yufei.
De hecho, quedarse en la escuela no era tan bueno como ir a la empresa para ayudar a Xiao Yufei.
…
Cuando Xiao Chen llegó a la entrada de la empresa, se encontró con un hombre de mediana edad y un joven que salían.
—Xiao Hao, puedes estar tranquilo, la empresa es el esfuerzo meticuloso de Xiao Yufei. Eventualmente llegará a un compromiso con nosotros; tu asunto tiene cien por ciento de probabilidades de éxito —dijo el hombre de mediana edad.
Los ojos del joven brillaron con emoción mientras hablaba: