Sobre el cielo, todo el cuerpo de Liao Yongzhi se agitó con Verdadero Qi negro, aparentemente activando algún mecanismo de formación a su alrededor.
En un instante, innumerables pétalos rosados flotaron desde algún lugar, descendiendo en una lluvia de flores.
En circunstancias normales, esto podría haber sido bastante romántico.
Sin embargo, en este momento, tanto Xiao Chen como Fan Nanxing no sintieron más que un frío ilimitado y penetrante y una intención asesina.
—Señor Xiao, esto...
Un mal presentimiento surgió en el corazón de Fan Nanxing.
—¡Interesante!
Xiao Chen reveló una sonrisa que contenía un toque de intriga.
La Secta Veneno Miriada no era más que una secta insignificante, pero esta formación había despertado su interés.
—¡Este es el legado más poderoso de mi Secta Veneno Miriada; desde su establecimiento, nunca ha sido utilizado. Deberían sentirse honrados!
En lo alto, Liao Yongzhi, confiado en la victoria, mostró una sonrisa cruel.