La Técnica del Secreto Celestial, como su nombre indica, podía asomarse a los misterios del cielo, deducir los múltiples aspectos de la existencia, comunicarse con fantasmas y espíritus, y trastocar el yin y el yang. Era una habilidad divina que iba en contra de los cielos.
Incluso el antiguo Xiao Chen no se atrevía a afirmar que comprendía completamente la Técnica del Secreto Celestial, ni podía usarla con facilidad.
Además, aunque conocía la técnica, casi nunca la usaba.
En primer lugar, asomarse a los secretos de los cielos fácilmente invitaba al castigo divino y enredaba a uno con la causa y el efecto, lo cual era difícil de sacudirse y obstaculizaba su propio camino.
Aunque el camino al que aspiraba no estaba limitado por la causa y el efecto, después de todo, aún no había alcanzado ese reino y no podía librarse verdaderamente de la causa y el efecto.