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—¿Ninjas japoneses? —la expresión de Xiao Chen mostró un destello de indignación.
Había dejado pasar el incidente con Guanyue Qin Xin la última vez, pero esta vez enviaron gente nuevamente, e incluso unieron fuerzas con miembros de la Secta del Sol Púrpura para herir a Xiao Yingxue.
Si el problema no se resolvía a fondo, temía que tales incidentes continuarían ocurriendo uno tras otro.
Para resolver el problema a fondo, la única manera era hacer una visita personal a Japón.
—Esos dos ninjas eran muy formidables, pero la Señorita Yingxue fue aún más impresionante. Luchó sola contra cinco expertos, matando a cuatro de ellos. El último ninja logró escapar —continuó Fan Nanxing, su expresión volviéndose emocionada mientras la escena de Xiao Yingxue luchando contra los cinco expertos se reproducía en su mente.
Nunca podría haber imaginado que una chica de solo trece o catorce años pudiera ser tan poderosa.