—¿Qué demonios debo hacer, Ángel? —susurro mientras casi me derrumbo—. Pensé que nuestros compañeros y nuestros padres estaban exagerando cuando enviaron a Dana y Hannah para protegerme. Pero al final todo lo que ocurrió en la Manada Eclipse es justo como dijo Roberto. Está relacionado conmigo.
—¿Y qué? —dice Ángel—. Tal vez esté relacionado con nosotras, pero mantén esto en mente, Rosa. No es por nuestra culpa. Son dos cosas diferentes.
—¿Pero no lo entiendes? Si Roberto tiene razón, ¡incluso la exterminación de la Manada de Orión podría estar relacionada conmigo!
—Y creo que estás exagerando —escuché decir a Ángel, y juro que también hubo un suave gruñido.
—Tal vez lo estoy, o tal vez estoy exponiendo los hechos reales. Solo espero que quien esté detrás de este lío se aburra pronto y detenga todo antes de que sea demasiado tarde.
—Bueno, la esperanza es lo último que muere. Espero lo mismo —Ángel me dice y cambia de tema—. Quiero entrenar —dice.