Capítulo 85: Una Nueva Manada del Bosque Negro

La celebración duró hasta el amanecer, pero Elara no podía quitarse de la cabeza la sensación de que unos ojos los observaban desde las sombras. Cada vez que se daba la vuelta, no había nada allí. Solo árboles moviéndose con la brisa matutina.

—Tú también lo sientes —dijo Kael, colocándose a su lado.

A través de su Vínculo Cuádruple, ella podía sentir su preocupación mezclada con la suya propia.

—Algo se acerca —susurró ella—. Pronto.

Marcus se acercó a ellos, su rostro serio a pesar de la alegría que los rodeaba.

—La manada necesita estructura. Liderazgo. Después de lo que pasó con la Diosa de las Sombras, están asustados.

Tenía razón. Aunque habían ganado, el miedo permanecía en los ojos de todos. Los padres sostenían a sus hijos más cerca. Los guerreros mantenían sus manos cerca de sus armas.

—Reúne a todos —decidió Kael—. Es hora.