La tierra dejó de temblar, pero el silencio que siguió fue peor que cualquier terremoto.
Elara permaneció inmóvil, mirando el lugar donde la realidad se había doblado momentos antes. Nada salió de la distorsión, pero podía sentir ojos antiguos observándolos.
—Nos están poniendo a prueba —dijo Tobias en voz baja, apareciendo junto a ella como un fantasma—. Los Primordiales quieren ver de qué estamos hechos antes de hacer su movimiento.
—¿Cómo sabes tanto sobre ellos? —preguntó Kael con sospecha. El rostro de Tobias se oscureció.
—Porque he estado huyendo de ellos toda mi vida. —La noticia golpeó a Elara como un golpe físico—. ¿Qué?
—Hay mucho que no les he contado —reveló Tobias—. Sobre por qué realmente dejé la manada hace todos esos años. Sobre lo que he estado haciendo como renegado. —A través del Vínculo Cuádruple, ella sintió la creciente alarma de sus compañeros. Pero también sintió algo más – un vínculo con Tobias que nunca había notado antes.