Capítulo 88: La Última Resistencia

Elara estaba de pie en un lugar que no debería haber estado allí cuando la luz blanca se apagó.

Sin embargo, todavía estaba vinculada a la Diosa de las Sombras, aunque no estuvieran en la luna de sangre.

Pensamientos y luz estelar componían el espacio entre mundos donde se encontraban.

—Esa chica es inteligente —gruñó la Diosa de las Sombras—. Pero no puedes escapar de lo que has comenzado. —Imágenes destellaban a su alrededor como pantallas de televisión rotas.

Elara vio a la Manada del Bosque Negro luchando por sus vidas. Escuchó a sus amigos llamándola por su nombre. Vio el portal haciéndose más grande, tragándoselo todo. —Déjame mostrarte la verdad —susurró la diosa.

Las cosas se veían diferentes. Elara ahora veía otras manadas por todo el mundo. Cuando los lobos enloquecen, matan a sus propias familias.