Capítulo 76: Sospechas

La pregunta me tomó por sorpresa, pero no me ofendió. Algo en los ojos de Cassandra la hacía parecer genuinamente curiosa en lugar de entrometida.

—No —respondí, dejando el vaso que había estado puliendo—. Fui hija única.

Cassandra asintió lentamente, sus dedos trazando patrones en su vaso de batido. Por un breve momento, algo parecido a la tristeza cruzó por sus facciones.

—Te mentí antes —confesó abruptamente.

Mis manos se quedaron quietas. —¿Sobre qué?

—Cuando nos conocimos, dije que no tenía hermanos —. Tomó un respiro profundo—. Pero sí tuve un hermano mayor. Se llamaba Caleb.

La forma en que dijo "se llamaba" no pasó desapercibida para mí.

—Lo siento —murmuré, sin saber qué más decir.

Cassandra se encogió de hombros, intentando mostrar indiferencia, pero sus nudillos estaban blancos donde agarraba su vaso.

—Está bien. Murió cuando era muy pequeño. Ni siquiera lo recuerdo, realmente.

—Eso debe ser difícil.