(Advertencia de contenido: Este capítulo contiene contenido explícito y está destinado a lectores adultos.)
Las olas de placer aún recorrían mi cuerpo mientras me desplomaba contra el pecho de Liam, sin aliento y hormigueando por mi intenso clímax. Lucas permanecía detrás de mí, sus manos acariciando mi espalda mientras todos nos tomábamos un momento para recuperarnos.
Los ojos de Levi estaban oscuros de deseo mientras se acercaba a nosotros, su excitación evidente y exigiendo atención.
Lucas salió de mí con cuidado, haciéndome estremecer ligeramente ante la pérdida. —Tranquila, nena —susurró, ayudándome a ajustar mi posición.
—Mi turno ahora —dijo Levi, con su característica sonrisa juguetona a pesar del hambre en sus ojos—. No te preocupes, cariño, he estado tomando notas sobre lo que te hace gritar.
Me sonrojé ante sus palabras, pero no podía negar la nueva ola de deseo que despertaron dentro de mí. Liam seguía dentro de mí, palpitante y duro.