—¿Qué?
Al escuchar las palabras de Lin Bei, los descendientes directos de la Familia Zhang estallaron en cólera.
Especialmente Zhang Jinhui, quien señaló a Lin Bei y comenzó a maldecir:
—¿Qué tonterías estás diciendo aquí? ¿Eres Zhang Yixin? ¿Con qué derecho la representas?
Lin Bei no se molestó; siguió hablando en un tono mesurado:
—No tienen que arrodillarse, pero entonces tendrán que hacer que Zhang Guohua invite personalmente a Yixin, de lo contrario, ella no ayudará.
Zhang Yixin tiró suavemente de la ropa de Lin Bei, queriendo que no fuera tan confrontacional; después de todo, eran familia, y no había necesidad de quemar puentes.
Sin embargo, Lin Bei no lo veía así; insistió:
—Yixin, eres demasiado amable. Ahora necesitan tu ayuda, así que deben tener la actitud de alguien que pide ayuda.
—Pero...