Capítulo 37 Solo Di una Paliza

Inmediatamente después, Cai Peng relató el incidente de manera exagerada.

Tras escuchar toda la historia, Wang Tao se enfureció aún más.

—Un montón de basura inútil, tantos de ustedes y aun así dejaron que alguien les partiera la cabeza, ¿de qué sirve mantenerlos a todos?!

Cai Peng no podía dejar de sonreír torpemente, adulándolo.

—Hermano Tao, no importa que me hayan golpeado, pero lo importante es que ellos saben que estamos contigo, ¡y eso no te deja en buen lugar!

—¡Hermano Tao, ayúdanos a recuperar nuestro lugar! —En ese momento, los subordinados de Cai Peng gritaron uno tras otro.

—Sí, Hermano Tao, pagar deudas es algo natural. No solo se niegan a pagar, sino que también nos atacaron, ¡están ignorando completamente tu autoridad, Hermano Tao!

—Hermano Tao, si el Pabellón Qian Jin realmente abre mañana, ¡seremos el hazmerreír del bajo mundo de Ciudad Fragante!

La expresión de Wang Tao se oscureció aún más mientras ordenaba: