Era la hora del almuerzo cuando Zhang Yixin todavía estaba revisando las cuentas en el Pabellón Qian Jin.
Debido al establecimiento de colaboraciones con algunos hospitales de Medicina Tradicional China, los ingresos recientes del Pabellón Qian Jin habían crecido casi exponencialmente.
Viendo su expresión emocionada, Han Han a su lado preguntó alegremente:
—¿Mamá, hemos ganado dinero?
—Sí.
Zhang Yixin dejó el trabajo en sus manos, hizo cosquillas en la nariz de Han Han y sonrió:
—Una vez que mamá termine con este período ocupado, te llevaré al parque de diversiones, ¿de acuerdo?
—¡Hurra! —Han Han estaba tan emocionada que comenzó a bailar de alegría al escuchar esto.
Sin embargo, justo en ese momento, un grupo de personas apareció repentinamente fuera de la puerta.
—¡Negocio sin escrúpulos, sal y paga con tu vida!
—¡Sinvergüenza, vendiendo medicina falsa!
—¡Zhang Yixin, sal ahora mismo!
...
En los negocios, la reputación es de suma importancia.