Ye Jiayi inmediatamente entendió lo que Qing Tian quería preguntar. Se encogió de hombros y admitió con franqueza:
—Así es, tengo un trabajo a tiempo parcial aquí.
—Aunque tengo mi propio trabajo a tiempo completo, los ingresos aquí también son muy altos, solo la tarifa por presencia es casi cincuenta mil yuanes. Si tienes los medios y puedes gastar casualmente cientos de miles, podría hacerte compañía.
Mientras Ye Jiayi pronunciaba estas palabras, el desdén en sus ojos era casi tangible.
Sonrió sin disculparse:
—No quiero menospreciarte, pero si no tienes la capacidad de gastar, mejor no vengas aquí fingiendo ser algo que no eres. Lárgate tan lejos como quieras.
Con eso, giró la cintura y caminó con gracia hacia el Club Long Teng.
Lin Bei había estado observando fríamente desde el principio. Al ver a Ye Jiayi marcharse, finalmente no pudo evitar estallar en carcajadas:
—Jaja, Qing Tian, eres hilarante. Realmente te gustan este tipo de mujeres, jajaja...