Lin Beichen era un verdadero adicto al trabajo.
Originalmente, no había nada malo en eso.
Sin embargo, Lin Beichen era diferente a otros adictos al trabajo.
Mientras otros estaban ocupados con el trabajo, él estaba ocupado averiguando cómo hacer que los demás estuvieran más ocupados...
Estableció dos lemas y políticas para todo el departamento:
Uno era:
—Trabaja apasionadamente dentro de las ocho horas, y trata de hacer horas extras fuera de ese horario. El otro era:
—Esfuérzate hasta quedarte sin fuerzas, persiste hasta conmoverte a ti mismo.
En los ojos de Lin Beichen, la capacidad significaba mostrar al liderazgo que tu equipo estaba trabajando locamente para la empresa día y noche, a través de horas extras.
Bajo esta mentalidad, todo el gran departamento, con más de cien personas, se había convertido en individuos con salud deteriorada.